“Turbulencias”, la nueva exposición de Daniel Canogar para la Galería Max Estrella, explora nuestra capacidad para ordenar, procesar y dar sentido al flujo de noticias que recibimos diariamente. La exposición “Turbulencias” afronta la indigestión informativa contemporánea, procesando el torrente imparable de información con la ayuda del arte y del algoritmo.
La primera serie de la muestra es Pixelweaver, proyecto que recurre al textil como metáfora del tejido social que las noticias crean, y a veces destruyen. Estas obras rinden homenaje a la estrecha relación que hay entre la computación y el textil, empezando por el telar Jacquard de principios del siglo XIX, considerado por muchos historiadores como el primer ordenador. Para esta nueva serie, el estudio del artista ha creado un telar virtual basado en técnicas artesanales. Esta herramienta algorítmica permite generar una diversidad de patrones con fuentes u “ovillos” de información, una tecnología con la que el estudio ha desarrollado las obras Chyron, Abacus y Túnica.
Chyron está generada con los faldones de los canales de noticias, bandas de información que recorren la parte inferior de la pantalla. Los faldones se entremezclan como un gran tejido deshilachado, un enredo que remite al frágil y a veces inestable equilibrio de un ecosistema informativo que se alimenta de fuentes tan dispares y a veces enfrentadas. Por su parte, Abacus muestra información financiera en tiempo real de los principales fondos índice. La obra reinterpreta la cinta de teletipo perforada que fue el primer medio de comunicación financiero desde finales del siglo XIX. Las cotizaciones de cada fondo índice aparecen como bandas entrecruzadas, convirtiéndose en trama y urdimbre de un textil en constante transformación. Finalmente, Túnica es un textil digital generativo creado a partir de los nombres de los nacidos y fallecidos en la Comunidad de Madrid en el año 2020 y 2021. Los nombres aparecen en relieve sobre bandas plateadas y doradas que se entrecruzan. La obra está inspirada en las gasas funerarias de culturas precolombinas, y se presenta como un tributo a las víctimas del Covid.
