Era yo un jovenzuelo cuando tuve la fortuna de cruzar unas palabras con Nacho Criado, curiosamente vestido con peto vaquero y aquella mirada grave y cordial. Era con motivo de una instalación titulada Brindis allá por el 90 aprox.Yo hablándole de Brossa y los collages de Kolar. Me escuchaba supongo que por cortesía y preguntándose quizá quién era aquel plomo locuaz. Durante años recopilé catálogos y he seguido su producción artística, tan pausada, tan subyugante. Ahora le dedican retrospectivas en este país. Sigue
No hay comentarios:
Publicar un comentario