Buscar este blog

miércoles, 1 de septiembre de 2010

artículo de El Cultural



Fragmentos de cal

Juan Manuel Barrado

El Gaviero. Almería 2008. 77 páginas, 20 euros

Catorce centímetros. A Juan Manuel (Poeta Visual) Barrado no le bastan los convencionales espacios sencillo o doble (o 1’5, para los indecisos) de Word. En la página-lienzo, sus versos flotan ingrávidos, alejados unos de otros, solos. Se leen a saltos de ojo y de mente. Y cada hueco vacío se llena de significado.
Fragmentos de cal es un juguete roto que sólo nuestra lectura repara. Verbalmente desarticuladas, todas las estructuras de esta poesía (la sintáctica, la tipográfica, la esperable) se quiebran en discontinuidad, en desmesurados espacios en blanco entre verso y verso, en la ridiculez de nuestro mundo bárbaro : “los que solapan en fin su alevosía / bajo esvásticas artísticas / aprenderán geografía en los bosques calcinados”. Entendidas como objetos sobre una superficie, las palabras colonizan el papel con autonomía: no se obedece a idus o calendas (“derrota en la edad media / beatitud en la zona cero / bajo las dos torres de babel / melancolía de nueva york”), se demuestra lo peligroso de las amistades semánticas (“fracasa más / fracasa mejor / en el equinocio oscuro / el urinario de duchamp es ignorado”) o se cancela, exhausta, la metáfora en que sobrevive el haiku: “maleza de casas abandonadas / bodegones de rosas / que melodiosamente se pudren”. Sólo el poema alfa (“donde hubo paraíso / mi madre come manzanas / nueces / donde quiso el destino / si eso es posible”) y el poema omega (“donde hubo paraíso / mi padre pone en marcha la dinamo / perfecciona la rueda / macha los ajos / naturalmente / en mitad del camino de la vida”) apuntalan las ruinas. Y en el medio, cincuenta demostraciones de que la escritura es geometría y la poesía, música.

A. SÁENZ DE ZAITEGUI

17 Octubre 2008


No hay comentarios:

Publicar un comentario